Un concreto ejemplo de transferencia tecnológica que mejora procesos y procedimientos en busca de disminuir costos a partir de soluciones innovadoras.
Javier Ochoa Provoste
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Fuente: Diario Concepción, 17 de Noviembre de 2016
Soluciones que van desde disminuir la mortandad de lechones en planteles porcinos, análisis de dioxinas de la industria de la celulosa, hasta reducción de pérdidas por estrés del estrés en salmonicultura, son las que ofrece la plataforma de innovación biotecnológica, Innbio, que nace a partir de un Convenio de Desempeño firmado entre el Ministerio de Educación y la Universidad de Concepción con la finalidad de transformar las Ciencias Biológicas en beneficios concretos para la sociedad.
«Nuestra misión es posicionar a la Universidad de Concepción como un líder en innovación biotecnológica. Para esto, abordamos los resultados de investigación y desarrollo, del ámbito de la Biotecnología, con el fin de aumentar la generación de productos, servicios y transferencia de tecnologías», sostuvo el director ejecutivo, Nelson Rojas.
Rojas añadió que brindan apoyo con acciones concretas para la superación de brechas en las etapas de desarrollo y transferencia de tecnologías, diseñando programas de formación, articulando recursos y actores relevantes dentro y fuera de la UdeC y entregando soporte, asesoría y redes necesarios para traducir resultados en beneficios concretos.
«Nos dimos cuenta que en la universidad existen más de 600 proyectos con aplicación. Hoy nosotros tenemos una cartera de 65 proyectos, de los cuales la mitad presenta alto impacto para la industria».
En la actualidad, cuentan con siete nuevas empresas, la mayoría por estudiantes de la universidad, dedicadas a dar soluciones.
«Hoy, en los planteles porcinos, muere un 10% de los lechones, con todas las pérdidas que esto implica. La idea es desarrollar una especie de vacuna que permitiría recuperar el 80% de ese 10%».
También en este ámbito destaca una vacuna contra el circovirus porcino, con muchas diferencias a las vacunas que hoy se utilizan, que corresponden a una vacuna del siglo XX. Esto implica una distinta, mucho más eficaz, en torno al 80%.
Otro ejemplo, sumó Rojas, es el desarrollo de una extracto vegetal que ya ha sido probado en niños quemados, úlceras de pie en diabéticos y en cicatrización de heridas. «Esperamos que en dos años pueda usarse en hospitales».
Destaca también la producción de un anestésico para peces en base a microalgas, lo que busca es reducir el impacto que produce el estrés en la salmonicultura, al momento de ser retirados del agua. Acá el principal beneficio es la disminución de las pérdidas por estrés, explicó el director ejecutivo de Innbio, Nelson Rojas.
Otro proyecto beneficiado es el desarrollo de un biosensor para monitorear contaminantes orgánicos persistentes presentes en el ambiente, particularmente las dioxinas, que son sustancias que se producen en actividades productivas donde existe combustión.
«Las dioxinas son muy cancerígenas, por lo que existe una normativa muy fuerte. La idea es que muestras de agua o de suelo puedan ser enfrentadas a un organismo vivo, y en función de ciertas alteraciones que puedan existe en éste, podría anticipar tempranamente ciertas concentraciones de dioxinas, lo que implica un análisis mucho más económico respecto de lo que existe hoy, ya que se necesita un equipamiento bastante complejo para hacer un análisis de dioxinas», explicó Nelson Rojas, quien adelantó que están en conversaciones con Celulosa Arauco una vez que tengamos validado esto.